“Garante” de los derechos de transexual que entuteló al Sena Atlántico se declaró la directora regional de esa entidad Jacqueline Rojas Solano después de que al aprendiz *Erik, el juez décimo civil del circuito  de Barranquilla le amparara el derecho al libre desarrollo de la personalidad.

El juez ordenó que al aprendiz de 19 años, que pedía que se le permitiera usar el uniforme masculino, se le respetara ese derecho.

Jacqueline Rojas, Directora Regional del Sena, dijo que antes de que se produjera ese fallo de tutela, el estudiante,  "viste el uniforme de hombre... Él está feliz y está construyendo una hoja de ruta”.

Hoy al aprendiz lo llaman Erik y en género masculino le hablan dijo la funcionaria.

Jacqueline Rojas aseguró que acoge el fallo de tutela que va más allá de lo que pedía el aprendiz. Solicitaba el amparo del derecho de petición y el juez fue más allá y le protegió el derecho al desarrollo de la libre personalidad. “Sus compañeros y docentes ya venían tratándola de acuerdo con el género que solicitó”.

De Erik, Rojas destacó “su liderazgo y su inteligencia”. Recordó que cuando el estudiante elevó la solicitud a la Coordinadora del Sena para que se le tratara como un hombre “debía hacer el cambio respectivo en su documento de identidad ante la Registraduría”.

De ese trámite la directora del Sena aseguró que Erik “se comprometió con la institución a que cuando tenga el trámite con la Registraduría, tendrá toda su documentación institucional con el nombre masculino”.

Al hablar de los hechos Erik, estudiante de Tecnología en Negocios Internacionales, sostiene que el 24 de agosto de 2015, "presenté de manera debida un derecho de petición ante Doris Éster  Toro Ruiz, quien hace las veces de coordinadora del área comercial logístico y financiero solicitando que se me permitiera usar el uniforme que corresponde a los estudiantes de género masculino y del cual me siento plenamente identificado".

La joven estudiante reclamaba un trató igualitario por parte del cuerpo docente, que se refieran a ella "con sustantivos y artículos masculinos", para que no atenten contra su personalidad y su forma de ser.

Erik acudió a la tutela porque no recibió respuesta por lo que señala además que persistía su inconformidad  y señala que por ese silencio "se me viola un derecho fundamental, mi integridad mental,  mi derecho a la igualdad y al libre desarrollo de la personalidad ".

“Habiendo nacido mujer, con el pasar de los años y gracias al desarrollo mental que experimenté desde mi adolescencia, me encontré con mi verdadera identidad sexual, no identificándome nunca con el género masculino, me sien to plenamente identificado con lo masculino hasta el punto de cambiar paulatinamente mi forma de vestir y someterme a tratamiento  sicológico para afrontar mi transición como transexual”, afirma *Erik en la narración de los hechos en la acción de tutela.

Indica que “este motivo me estimuló a pedirle a la institución de la cual hago parte ser tratado bajo mis preferencias, no se obligado a portar el, uniforme femenino que soslaya el desarrollo individual y a pedir las garantías mínimas de respeto en el trato por parte del grupo de docentes y directivos de esa institución”.